miércoles, 26 de noviembre de 2014

¿La "Operación Peineta" es buena para Madrid? ¿Y para el Atlético?


La cuestión de esta semana en nuestro podcast tiene que ver con la noticia sobre la concesión de La Peineta al Atlético de Madrid, un tema que no está nada claro y sobre el que os pedimos opinión.
 

La Peineta
Estado de las obras de La Peineta actualmente
Parece ser que esta semana se han reanudado las obras tras un mes paradas, ya que la empresa que las está llevando a cabo (FCC) pidió una revisión del contrato que tenía firmado con el Atlético de Madrid. Esto es consecuencia de la crisis económica, que ha provocado un derrumbe en materia de valores y precios en el mercado inmobiliario (los acuerdos económicos son de hace ya tantos años que no estaban actualizados), y también de la inseguridad jurídica que provoca toda la operación, que no acaba de arrancar de manera clara desde hace diez años.

En 2004, Ruiz Gallardón ideó un plan para transformar el ruinoso estadio en la sede de los hipotéticos Juegos Olímpicos de 2012. Para asegurar su uso posterior negoció un traslado por parte del Atlético, del Calderón a La Peineta. Los posteriores reveses olímpicos sufridos en 2012, 2016 y 2020 fueron provocando retrasos y paralizaciones en las obras, pese a que, supuestamente, esos acuerdos siguieran vigentes.

El acuerdo consistía, básicamente, en que el Atlético compraba La Peineta para transformarla en un estadio de vanguardia y a cambio sufragaba el enorme gasto vendiendo los terrenos del Calderón y la antigua fábrica de Mahou (previo acuerdo con la empresa cervecera) para levantar torres de pisos.

Sin embargo, los terrenos de La Peineta son públicos, lo que impedía, hasta esta semana, su venta. El Ayuntamiento se comprometió en su día a modificar la Ley urbanística para poder vender el estadio llegado el momento y, mientras tanto, firmó un acuerdo de concesión para que el club rojiblanco pudiera empezar las obras. Si esto no pasaba y eso impedía la venta, el club podía elegir entre recibir una indemnización que, entre otros gastos, incluyera el coste del nuevo estadio, o bien quedarse de alquiler durante 75 años a un precio de 1,6 millones anuales.

 

Vicente Calderón
¿Le quedará poco al Vicente Calderón?
Esta semana, Ana Botella ha modificado la citada Ley para que el Atlético pueda disponer del estadio en 2017. Una vez completada la modificación urbanística, el suelo seguirá siendo de utilidad exclusivamente deportiva, pero admitirá un uso privado. Una curiosidad es que el Atlético va a pagar parte del terreno en entradas para partidos que luego el Ayuntamiento distribuye entre escuelas de fútbol (el 80%), y voluntarios y patrocinadores de las candidaturas olímpicas. Entre la firma del convenio, en diciembre de 2008, y el pasado mes de octubre, el club ha entregado 126.395 entradas, por un valor total de 6.208.007 euros, que se descontarán así del precio de la parcela. El club espera que con las nuevas instalaciones y una serie de usos comerciales en las proximidades del nuevo estadio el presupuesto se pueda elevar hasta los más de 200 millones de euros. Eso sí, La Peineta va a costar más de 200 millones, según El País.

La pregunta que hacemos desde Mundo Pelotudo es, básicamente, qué os parece esto. ¿Es buena para la ciudad y para los madrileños esta obra (si no hubiera chanchullos de por medio, que los habrá)?

Mundo Pelotudo 4x05 - 22 de noviembre de 2014

Una semana más llega a la red tu podcast polideportivo favorito, Mundo Pelotudo, con Luis Tejo y Ángel Marbán a los mandos. 
 
Una hora de radio en la que analizamos toda la actualidad de la semana pasada (y de la que está por venir), te contamos las noticias más impactantes (incluido, sí, un minutito de fútbol), te enseñamos los mejores trucos para que tus apuestas sean fiables, te planteamos profundas y sesudas reflexiones en torno al deporte que harán que exprimas tu cerebro y, en la Batallita de hoy, te contamos la historia de los Juegos Olímpicos de 1956, quizás los más raros de toda la historia. ¿Te lo vas a perder?

Escúchanos aquí:

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miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿Es el deporte un trabajo?


Esta semana tiramos del deporte Rey en Mundo Pelotudo para hablar sobre un tema sobre el cual no tenemos una respuesta muy clara: ¿Es el fútbol un trabajo?

Es una cuestión que podemos hacer extensible a cualquier deporte, aunque con el fútbol surge justo ahora porque estamos en semana de partidos de Selecciones nacionales y suele haber líos que tienen más que ver con temas de compromiso y espíritu nacional. Sergio Ramos ha abierto un debate con sus declaraciones de esta semana. Resulta que dos jugadores del Chelsea, Diego Costa y Cesc Fábregas, no han ido con la Selección porque dicen que están lesionados. Uno ni ha venido y el otro se volvió a Londres después de que se le practicaran pruebas médicas que confirmaron que tenía molestias, pero quizás no todo lo graves como él decía que eran. De hecho, Diego Costa se declaró lesionado para ir con España y un día después jugó un partido entero, en el que, por cierto, fue el mejor y marcó un gol. Cesc también lo jugó. Sospechoso cuanto menos.

Además de esto, ha habido un par de noticias esta semana que aderezan estos temas del “deber” de los deportistas para con sus equipos nacionales. Mientras que Platini, el máximo dirigente de la UEFA, le ha advertido a su compatriota Ribery que su anuncio de renunciar a la selección francesa puede costarle una sanción por dejar de ir, en Italia están pensando en reducir notablemente el número de extranjeros en la liga para que, al menos, haya diez futbolistas en cada plantilla que sean seleccionables por el equipo nacional. Una medida que haría retroceder al fútbol a como estábamos hace, más o menos, veinte o veinticinco años.

La Ley del Deporte protege a los estamentos en uno de sus artículos: “Es obligación de los deportistas federados asistir a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales para la participación en competiciones de carácter internacional, o para la preparación de las mismas. Se considerará como infracción muy grave a la competición o a las normas deportivas generales la falta de asistencia no justificada a las convocatorias de las selecciones deportivas nacionales”. No distingue sobre especialidades, de modo que puede ser sancionado cualquier deportista que se niegue a ir con España, desde un jugador de fútbol hasta un tenista.

Estas normas tratan al deportista como si fuera un trabajador que tiene obligaciones con una empresa. Pero resulta que a los futbolistas, en este caso, no les paga la Federación Española de Fútbol, les pagan sus clubes. Y si se lesionan con sus selecciones, el perjudicado es el club. Sí cobran cuando logran buenos resultados en Eurocopas o Mundiales, pero a modo de primas. ¿Es eso un salario al uso? Por otro lado, otros deportistas sí reciben dinero de manera más periódica por su desempeño por parte de las Federaciones (el tema de las becas ADO) que, además, es público. Un lío tremendo.

Si exigimos a los deportistas que se comporten como trabajadores asalariados, ¿es entonces el deporte un trabajo? ¿De verdad comete una infracción un deportista que prefiere no ir con su selección nacional?

Mundo Pelotudo 4x04 - 15 de noviembre de 2014

Cuarto podcast de tu magazine polideportivo más estrambótico, Mundo Pelotudo, que además viene con novedosas novedades en el programa de esta semana, en el que estrenamos sección. Con todos vosotros, Betting Time, el rincón en el que explicamos las apuestas deportivas más extrañas y curiosas con las que hacerse millonario. 

Además, repasamos la trayectoria del gran maestro ajedrecista Larry Evans, uno de los grandes olvidados; os contamos las extrañas andanzas en la nieve de la violinista Vanessa Mae; y muchas, muchas más cosas en una hora de radio en las dulces y aterciopeladas voces de Ángel Marbán y Luis Tejo. ¡No te lo pierdas!

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jueves, 13 de noviembre de 2014

Ayudas públicas al deporte: ¿Sí o no?


Hace algunos meses que MARCA, el diario más leído de España y la empresa líder en información deportiva del país, ha puesto en marcha un proyecto interesante que puede dar mucho de qué hablar. Se trata de “Patrocínalos”. Un portal en el que trata de poner en contacto a deportistas de todo tipo con empresas y particulares que estén interesados en patrocinarlos.

La situación de algunos deportes minoritarios en España es paupérrima. Con la crisis económica muchos deportes que antes ya tenían problemas para subsistir han perdido las pocas ayudas estatales y particulares que percibían, y tanto deportistas a título individual, como equipos punteros de disciplinas que no son tan poco seguidas como podríamos pensar (balonmano, baloncesto), se están viendo obligados a dejarlo.
 
Por eso MARCA, en un intento por tratar de salvar este tipo de deportes, ha puesto en marcha este proyecto de “Patrocínalos”. Son los propios deportistas los que solicitan ayuda registrándose en este portal (www.patrocinalos.marca.com). Ahí escriben un perfil con imágenes, sus cuentas de redes sociales, los próximos campeonatos en los que van a participar, una breve historia acerca de su deporte… Y piden patrocinio para esos eventos a los que pretenden acudir.

MARCA está apoyando esta campaña con un fuerte esfuerzo en publicidad. En Radio MARCA, por ejemplo, hay una enorme campaña de anuncios publicitarios en los que los propios deportistas piden a la gente que les ayude. Como contraprestación, ellos prometen “recompensas”, que suelen ser objetos que usan diariamente para la práctica de su deporte: La espada de José Luis Abajo “Pirri”, el balón de vóley playa de la pareja olímpica española, etc.

Está claro que, desde que se puso en marcha el plan ADO, las becas y ayudas a deportistas profesionales por parte del Gobierno, allá por finales de los años 80, la situación se ha deteriorado mucho. La causa principal del plan ADO fue preparar a toda una generación de deportistas para una élite de la que no formábamos parte, después de que le concedieran a Barcelona los Juegos de 1992. España había organizado el Mundial de fútbol de 1982. Un evento que, desde el punto de vista organizativo estuvo bien visto por la vertiente extranjera. Pero al hacer el ridículo deportivamente hablando, la sensación que quedó en el país es que el Mundial había sido un fracaso. Por eso, la clase política sabía que para los Juegos era imprescindible hacerlo bien deportivamente y que ese evento sirviera como impulso para seguir con la transición. Así que se invirtió dinero a cambio de resultados, contratando medios y entrenadores extranjeros.

Ahora la situación es muy distinta. Es otra época. Hay quien ve muy mal tanto el plan ADO como este tipo de iniciativas, o cualquier ayuda pública a un deporte que alguien va a practicar de manera individual, algo de lo que ya hemos hablado alguna vez en Mundo Pelotudo. “Si quieren practicar un deporte que nadie sigue, que apechuguen con las consecuencias. ¿Por qué voy yo a ayudar a nadie a que haga taekwondo? ¿Qué me reporta a mi o al país?" Puede enfadar, pero es una afirmación que, aunque sea dolorosa, tiene parte de verdad. ¿Qué opináis? ¿Veis bien este tipo de ayudas u os parece que deberían ser exclusivamente privadas?