viernes, 30 de enero de 2015

El Ranking protegido en el tenis: ¿cortesía o injusticia?


Ya que estos días estamos disfrutando del Open de Australia, el primer Grand Slam de la temporada tenística, vamos a repasar algunas de las normas que rigen este deporte tan modernizado en los últimos años. Ha sido, especialmente, el sistema que rige el ranking mundial de los mejores tenistas del mundo el que ha despertado opiniones tanto a favor como en contra.
 

Juan Martin del Potro
El famoso ranking ATP trae de cabeza a los tenistas. Especialmente a los mejores, que se las ven y se las desean para mantenerse en las primeras posiciones del mismo año tras año. Esto se debe a las normas que obligan a los deportistas a cargar su calendario de torneos y partidos si quieren permanecer durante tiempo arriba en la tabla. Pero, además, hay una serie de beneficios para las grandes figuras del circuito que podrían ser discutibles desde el punto de vista de la justicia deportiva. Hablamos, por ejemplo, del “Ranking Protegido”. ¿Qué es esto? Cuando un jugador se lesiona, la ATP le “guarda” su puesto en el ranking durante un tiempo mientras no puede disputar torneos. De esto se han aprovechado, por ejemplo, Rafael Nadal, que ya sabéis que ha estado varios meses sin competir últimamente o, sin ir más lejos, Juan Martín del Potro, que no está presente en Australia debido a unos problemas físicos que son también cada vez más crecientes en el argentino.

Básicamente, para medir la puntuación de un jugador en ATP se tienen en cuenta los resultados obtenidos en el último año natural, los últimos 12 meses. A lo largo de los mismos, a los jugadores se les computan 18 torneos. Dependiendo de su clasificación están obligados a jugar en unos u otros. Por ejemplo, los Top-30 están obligados a competir en los 4 Grandes, en 8 Masters 1000, (Monte Carlo no es obligatorio), al menos en 4 ATP 500 y 2 ATP 250. Sin embargo, los jugadores que tengan una plaza obligatoria en un torneo y no lo disputen suman 0 puntos en su casillero y además, les cuenta como jugado. Para evitar sanciones, un jugador tiene que acreditar mediante un parte médico una lesión verificada de más de 30 días.
 

Rafael Nadal
El ranking protegido es una norma por la cual un jugador que se encuentra lesionado y no participa en ningún torneo dentro de un mínimo de 6 meses, podrá solicitar por escrito a la organización que se le proteja el ranking dentro de los 6 meses posteriores a su último torneo. El ranking se le determina a través de la posición media del ranking ATP durante los primeros 3 meses de la lesión. Este ranking protegido sirve para los 8 primeros torneos que el jugador dispute, o durante los nueve primeros meses desde el primer torneo que juegue después de la lesión. Así, se han dado casos de jugadores que disputan grandes torneos de forma directa estando por debajo del ‘Top 100’. Es una medida, dicen, para frenar la desidia que produciría tener que volver a jugar torneos pequeños y de segunda fila cuando un tenista está mucho tiempo lesionado y pierde ranking.

Muchos jugadores, como el propio Nadal, se han quejado amargamente de lo atados que están a tener que defender sus puntos de un año para otro. De esta manera, cuando un tenista hace un gran año, sabe que el siguiente va a ser un infierno de partidos si quiere mantenerse al mismo nivel. Esto provoca más lesiones. No obstante, tenemos estas medidas, que por el contrario benefician a los jugadores. ¿Qué pensáis de todo esto? En otros deportes, si te lesionas, apechugas con tu pérdida de ranking y de forma física.

lunes, 19 de enero de 2015

Pantufla de Oro 2014: ¡Elige al futbolista más decepcionante del año!



Ya está aquí, ya llegó... ¡Una nueva edición de la Gala Pantufla de Oro! Mundo Pelotudo ha estado al tanto de la actualidad futbolera a lo largo de este último año natural, y fruto de la más concienzuda investigación, os trae una cuidadosa selección de candidatos para que votéis por el que creáis que ha sido el jugador más decepcionante de los últimos 12 meses.

Recordad que lo que se valora no es el peor jugador, sino el más decepcionante. Es decir, el que ha rendido por debajo de las posibilidades que se le atribuían, aquél de quien se esperaba mucho pero luego no ha hecho nada digno de su supuesto nivel. Para que os hagáis una idea, sabemos que, por ejemplo, Cristiano Ronaldo y Messi son capaces de marcar más de 40 goles por temporada, así que si se hubieran quedado sólo en 15 serían candidatos al premio. No hay criterios objetivos para medir la decepción de un jugador; por eso, para determinarlo, acudimos a la votación popular.

Esta vez son 15 los aspirantes a ganar la ansiada Pantufla de Oro, que, recordemos, el curso pasado recayó en los pies del portugués Fábio Coentrao. Son los siguientes:

  • Javier “Chicharito” Hernández (Real Madrid). Eterno suplente y eterno goleador en el Manchester United, llegó este año como delantero para el banquillo y para tener a alguien que metiera los goles que Morata no metía el año pasado cuando saliera quince minutos. Empezó bien, marcando contra el Deportivo y en algunos otros partidos, pero después su participación se ha esfumado. Más ahora que ha vuelto Jesé. Una contratación que hace pensar en que, otro año más, el Madrid no tiene un delantero de garantías en el banquillo por si Benzema tiene algún episodio demasiado largo de empanamiento.
  • Casemiro (Real Madrid). Mediocentro brasileño mitad talentoso-mitad recuperador. Su historia es extraña. Debutó con el Sao Paulo muy joven, despuntó de manera internacional y empezó a tener muchas novias. Pudo ir a muchos equipos europeos, pero al final se lo llevó el Madrid para meterle en el Castilla. Entonces dijo, textualmente, que a veces había que retroceder para luego avanzar más y se rumoreó que era un tipo tan inteligente que no quería quemar su progresión y prefería estar en un filial europeo que en un equipo grande de primeras. Hizo algunos partidos buenos la pasada pretemporada y se le apodó “el nuevo Mauro Silva”. Luego desapareció. A día de hoy está jugando, y muy bien, en el Oporto. Cecido. ¿Por qué? Cosas del Real Madrid.
  • Asier Illarramendi (Real Madrid). Firme promesa de la cantera de la Real Sociedad, el año pasado fue fichado como aprendiz y futuro sustituto de Xabi Alonso en un extraño intento de clonación por parte de los servicios fichajísticos del Real Madrid (no bastaba que fuese un mediocentro de futuro con características similares, sino que además era también vasco, de la Real y de pelo rubio). Costó 46 millones de euros, 11 más que Isco, el ‘Golden Boy’ de Europa en 2013. Vino con un ejército de amigotes de su pueblo para su presentación (les faltaron las birras y los torreznos) y apenas ha tenido continuidad. Se le acusa de blando y de fallar en citas importantes, además de contar en nómina con un abundante repertorio de pases de distintas clases, todos siempre hacia atrás. Podría ser el nuevo Gago. Se quedó fuera de la final de la Champions cuando era casi la única opción para dar entrada a Khedira medio lesionado, señal de la confianza que Ancelotti tiene en él.
  • Diego Ribas (Atlético de Madrid). Tras la excelente temporada que protagonizó de rojiblanco hace ya tres años, tanto el público del Manzanares como Simeone, quien le pidió expresamente, ansiaban su regreso. El club consiguió en el mercado invernal de la pasada temporada su cesión. Pero no consiguió recuperar su papel protagonista y su aportación, más allá de aquel golazo en Champions en el Camp Nou, fue bastante escasa.
  • Jan Oblak (Atlético de Madrid). Dirán algunos que es injusto meter en la categoría de “decepcionante” a un hombre que no ha podido demostrar su potencial. Ese, precisamente, es el motivo de la decepción de quien estaba llamado a sustituir a Courtois en la portería rojiblanca. Una inversión de 17 millones de euros, la más alta en la historia española para un guardameta, se saldó en todo 2014 con tres partidos jugados… y cuatro goles encajados.
  • Alessio Cerci (Atlético de Madrid). En Italia le consideraban (y aún tiene esa reputación) una de las más firmes esperanzas para que la Azzurra vuelva a tener éxito en el futuro. Tras un año sensacional en el Torino, vino al vigente campeón de liga como uno de los refuerzos estrella, por 16 millones de euros. Ni se adaptó a la ciudad ni se entendió con Simeone: cuatro meses, nueve partidos y un solo gol después, regresó a su país como parte de la repatriación de Fernando Torres. En principio, en calidad de cedido, pero parece difícil que vuelva al Calderón. No le echarán mucho de menos.
  • Thomas Vermaelen (Barcelona). En Bélgica le consideran uno de los centrales más importantes que han salido del país en los últimos años. En el Arsenal inglés era todo un mito, lo que justificó el desembolso de 10 millones de euros por su traspaso. Pero desde que ha aterrizado en Cataluña, aún no ha pisado el césped del Camp Nou. Las baldosas de la enfermería, sin embargo, se las conoce de memoria.
  • Douglas (Barcelona). Si le piden a cualquier aficionado culé que haga un repaso a la plantilla actual de su equipo, serán pocos, poquísimos, los que se acuerden de nombrar a este lateral brasileño que vino como presunto sustituto de Dani Alves y que, de momento, sólo ha disputado un partido en liga.
  • Marc-André Ter Stegen (Barcelona). Vino desde Alemania con la reputación de ser uno de los mejores porteros de Europa; de hecho, en 2012 le nombraron el guardameta más destacado de la Bundesliga. Desde 2011 no se perdía un solo partido. Doce millones de euros le llevaron a la Ciudad Condal. Pero una lesión de espalda y el chileno Claudio Bravo se cruzaron en su camino: a estas alturas aún no ha debutado.
  • Álvaro Negredo (Valencia). Cuando se marchó del Sevilla al Manchester City muchos pensaron que el madrileño iba para delantero estrella. Se quedó sin sitio tras un inicio fulgurante en la Premier y una posterior sequía goleadora que terminó en una larga lesión. A Valencia llegó lesionado pero en calidad de Mesías y nuevo Villa, y de momento sus números son más que discretos: Un gol en siete partidos y poca participación en el juego. Parece haberse contagiado de ese gafe que arrastran los delanteros españoles desde hace tiempo.
  • Isaac Cuenca (Deportivo de La Coruña). Nuestro amigo Sergio González-Gallego dice que, en realidad, toda la plantilla del Dépor podría entrar en la lista, pero que personalizar en él el fracaso colectivo no es mala idea. Se trata de otro de esos productos de la cantera del Barça que empieza arrasando y después se esfuma. Llegó a jugar mucho junto a los Messi, Pedro, Villa y compañía y tras lesionarse gravemente de la rodilla no ha vuelto a ser el mismo. Apenas jugó tres partidos cedido en el Ajax antes de lesionarse de nuevo y ahora trata de reencontrarse en el equipo gallego, pero su rendimiento esta temporada es un quiero y no puedo: dos goles en lo que llevamos de campeonato.
  • Gerard Deulofeu (Sevilla). Aquí tenemos el típico caso de niño talentoso-problemático. O eso dicen. La cosa es que algo debieron observar en el Barça, que se supone que da oportunidades a sus estrellas canteranas, para ver con buenos ojos su cesión al Everton, donde combinó golazos con suplencias, y ahora al Sevilla, donde se anunció su llegada como un crack. Juega más bien poco y no acaba de asentarse como titular. Ha debutado con la selección, pero después, nada. Se le sigue esperando. Apenas lleva dos goles en quince partidos como sevillista.
  • Iago Aspas (Sevilla). Un caso curioso. En general, la prensa que sigue al Sevilla comparte la misma opinión: Cuando sale lo hace prácticamente todo bien. El problema es que no juega. Emery no confía en este delantero gallego que despuntó en el Celta y que luego no pudo ganarse un sitio en el Liverpool. Otro ariete que iba para figura y aspirante al ataque de la selección y que no acaba de despegar. 78 minutos y cero goles en toda la Liga lo dicen todo.
  • Mounir El Hamdaoui (Málaga). Sin duda una de las decepciones más sonadas del año pasado. Delantero supuestamente talentoso procedente de la Fiorentina, holandés-marroquí, que nada más empezar su andadura en la ciudad andaluza le hizo tres goles al Rayo Vallecano. Tras ese gran debut, el chico se mostró poco comprometido, alternando lesiones con ausencias injustificables en los entrenamientos. Schuster se acabó hartando de su pasotismo y hasta se puso gordo. Apenas jugó seis partidos antes de regresar a Italia.
  • Alfreð Finnbogason (Real Sociedad). Uno de esos fichajes estrambóticos que hacen los equipos de la Liga española pensando que un tipo con nombre raro tiene que ser bueno por definición. Cumple el estereotipo de cazabombardero del área (rubiales alto y corpulento). Viene de hacer sus mejores números en el Heerenveen holandés, aunque procede de Islandia. Se pensaba que iba a ser el nuevo Kovacevic, pero le ha costado mucho adaptarse a España (lógico) y hasta diciembre no anotó su primer gol como jugador donostiarra: un doblete en Copa del Rey y ante el Oviedo, de Segunda B. En la Liga, de momento nada. Los delanteros de la cantera de la Real tienen que pasarlo muy bien cada vez que le ven por la tele.
Puedes votar a tu favorito por los cauces habituales: escribiéndonos a mundopelotudo@gmail.com, dejándonos un mensaje en nuestra página en Facebook, o en nuestra cuenta de Twitter... o, más fácilmente, eligiendo tu opción favorita en el formulario que encontrarás aquí abajo.

El plazo de votación está abierto hasta que acabe el jueves 12 de febrero de 2015.

martes, 13 de enero de 2015

¿Quién importa más, el entrenador o el deportista?


Hay una dupla inseparable en el mundo del deporte. Da igual qué disciplina practiques, en prácticamente todas ellas, si llegas a un nivel más o menos profesional, al final necesitarás de la guía y la preparación por parte de un entrenador. Un hombre experto que organice tus entrenamientos, tus tiempos y hasta tu alimentación. Según el deporte hay entrenadores solitarios, equipos pequeños y hasta los modernos ‘staffs’ que tienen los grandes equipos de disciplinas colectivas. La reflexión y la pregunta de esta semana tiene que ver con ese binomio deportista-entrenador.

carlos queiroz
Una vez más, la excusa para pensar sobre esto nos la da el fútbol, pero no queremos hablar de fútbol en sí. Todos habréis leído, escuchado o visto por la tele (y si os habéis enterado es que estáis en otro planeta) que Luis Enrique, el actual entrenador del Barça (no sabemos por cuánto tiempo), anda peleado con la estrella azulgrana, Leo Messi. Parece que se ha iniciado un pulso entre ambos que, casi seguro, va a terminar con el cese del técnico. Y es que en estos casos siempre sale ganando el deportista. Es más barato echar al entrenador que a jugadores que cobran cientos de millones de euros, es la excusa con la que se suelen justificar estas decisiones.

toni nadal
El caso es que en casi todos los deportes, mientras los resultados y el rendimiento individual de los deportistas sea bueno, la opinión de los profesionales sobre los entrenadores será, por lo general, positiva; Pero si vienen mal dadas, la figura sobre la que primera y casi únicamente se centrarán todas las miradas, casi siempre, será la del técnico. De igual manera estamos acostumbrados a leer en la prensa que un entrenador de fútbol o de baloncesto ha sido despedido porque no se conseguían resultados, que cuando es un preparador de un tenista o un atleta el que tiene que marcharse a casa cuando su pupilo no logra los resultados que espera. Y, por supuesto, si la situación se extiende desde los malos resultados a la mala relación, en un elevadísimo número de casos, siempre son los deportistas los que salen ganando a ojos de las directivas. 

simeone
La pregunta es bien sencilla: ¿Es esto justo? Seguramente habrá quien diga que no hay una respuesta única para esta cuestión, porque habría que analizar cada caso que se da y cada deporte de forma individual, pero si tomamos como algo generalizado que los puestos de los entrenadores siempre están más en entredicho que los de los propios deportistas, surge una duda más profunda: ¿Hasta qué punto es importante un entrenador en los éxitos o los fracasos de un equipo o un deportista? Si tan fugaces son sus trabajos, ¿será porque son menos imprescindibles? Se suele decir que hay equipos modestos que triunfan gracias a sus técnicos, y sin embargo hay grandes conjuntos que fracasan justo por lo mismo, o equipazos que ganan porque tienen grandes jugadores a pesar de un entrenador mediocre. ¿Quién es más importante?

Mundo Pelotudo 4x09 - 10 de enero de 2015

Comienza el 2015 (sin robocordones ni aeropatines) y se cumple la profecía. La tríada pelotuda vuelve a estar tras los micrófonos. Ángel, Luis y un recién llegado Dani os deleitan con una horaza y cuarto de pelotudeces. Púgiles gordos, ojos de cristal, monopatines y 400 modelos rusas son sólo algunas de las sorpresas que os esperan tras hacer clic para escucharnos. ¡Seguidnos, conocemos el camino!

Escúchanos aquí:

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