jueves, 9 de mayo de 2013

¿Necesita el fútbol un tope salarial?

Ya sabéis que estamos en tiempos de crisis, y que ésta afecta a todos los sectores. El fútbol, a pesar de ser el deporte Rey, no se queda al margen de esta situación. En las últimas temporadas es cada vez más habitual leer o escuchar noticias que hablan de problemas financieros de clubes históricos, incluso de primer nivel (Rayo, Málaga), y desapariciones de equipos más pequeños.

En Italia, el problema también existe. Y por eso, los clubes de la Segunda División italiana, o Serie B, han llegado a un pacto conjunto que está dando mucho de qué hablar y que ha tenido buena y mala acogida, según el punto de vista desde el que se mire.

"Un pacto entre caballeros", según han afirmado los clubes. No porque sean todos fans de Sabina, sino porque ha sido una medida aceptada por todas las entidades: reducir a un máximo de 150.000 euros los sueldos a los futbolistas que juegan en la segunda categoría del fútbol italiano. Para la FIFA, que aplaude la decisión, es un ejemplo del "Fair Play" financiero que el estamento del fútbol europeo quiere ir imponiendo a todos los equipos en las temporadas venideras.

Para el sindicato de jugadores de fútbol italianos, o 'Associazione Italiana Calciatori', se trata de una medida no tan buena. Concretamente, dice su representante, Stefano Sartori, que “es inaceptable poner un tope en el salario de un jugador, mientras que otros miembros del personal en el club están exentos de esta regla. Si se implanta un límite debería aplicarse a todo el personal, incluyendo entrenadores, directivos y demás empleados”.

¿Tiene o no tiene razón el sindicato de futbolistas italianos? Lo cierto es que, si se pretende reducir el gasto en el fútbol, tendría sentido que no sólo los jugadores, sino también entrenadores, cuerpos técnicos, empleados y directivos pusieran su granito de arena.

A la cuestión que ya os estaréis planteando más de uno sobre si en España podrían implantarse medidas similares, hay que decir que la situación, por ejemplo, en la Liga Adelante, la Segunda División nacional, es muy distinta a la de Italia. Aquí, el 68 por ciento de los jugadores cobra menos de 150.000 Euros. El sueldo medio es de 99.000 brutos al año.

Según Luis Gil, portavoz de la AFE, una medida de este tipo en España “tendría que acordarse con unanimidad de los jugadores, los sindicatos y los clubes”. Y además, evidentemente, por defender a quien defiende, no estaría de acuerdo con la misma: “No tiene sentido apuntar únicamente a los sueldos de los jugadores que, al fin y al cabo, son los que crean el espectáculo y llevan a cabo la tarea principal del fútbol. ¿Por qué vas a limitar a un club que se gestiona bien? Que cada club pueda dirigirse y decidir cuánto paga a sus jugadores legitima la competición. El porcentaje que cada entidad destina a pagar los salarios de los jugadores es el 40%. El otro 60% de los ingresos del club, se destina a pagar la famosa deuda”.

Las noticias que llegan desde la UEFA dicen que quizá, en los próximos años, exista una medida que obligue a las grandes potencias futbolísticas, y a los clubes europeos en general, a no gastar más dinero del que puedan, con el fin de evitar la concesión de créditos y los endeudamientos para pagar cantidades estratosféricas por futbolistas. Todo ello unido a las nuevas medidas de fiscalidad que están imponiendo los países continentales en sus Ligas, que obligan cada vez más a los equipos a pensárselo dos veces antes de fichar, de subir sueldos y de colocar salarios que luego son más una quimera que una forma de retener a los jugadores (caso de Kaká en el Real Madrid). Si los impuestos que hay que pagar para darle a X 12 millones de Euros limpios por temporada transforman ese gasto de 12 millones en uno de 30, por lógica, la contestación de los equipos es pagarle menos a sus estrellas o hacer ofertas a la baja. Gastar menos, en definitiva.

Está muy bien que se promuevan medidas para que el fútbol contribuya a frenar la crisis. Que el deporte se vea limitado, como el resto de sectores económicos. Pero quizá si hablamos de un sector que mueve tantísimo dinero como el fútbol, hay que pensar dos veces antes de opinar de forma populista. Aquí todas las afirmaciones tienen parte de verdad, parte de razón: por un lado, es justo que los clubes que más dinero tengan, sean los que más paguen, o a los que más se les "apriete", ya que eso fomenta, además, la igualdad. Pero por otro lado, esos clubes se han ganado su grandeza económica con esfuerzo deportivo, y no hay que "pasarse".

¿Sería más justo simplemente tener una serie de normas que no permitan que cada club haga lo que le venga en gana desde el punto de vista financiero? No limitar lo que se pueda permitir una entidad, siempre que se compruebe antes que se puede permitir ciertos niveles de gasto. Pero sí establecer baremos y listones que permitan que, siempre tendiendo a la igualdad, dejen a cada club obrar como siempre ha hecho. El mejor reparto de los derechos televisivos ayudaría a que las cosas fuesen mejor. Y un mayor control de los clubes. Y un buen sistema de penalización.

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