¿Que qué es eso? Os lo explica el organizador, Albert Balcells:
Ya lo veis: una carrera de siete kilómetros subiendo la montaña de Montjuïc, y encima con obstáculos. En Barcelona son capaces de cambiar ese plan, que suena mortífero, en toda una fiesta. Es como la San Silvestre Vallecana, pero cuesta arriba y sorteando dificultades como laberintos de cuerdas, balsas de barro, montañas de neumáticos, piscinas de espuma o muros hechos con balas de paja.
Habréis oído que Albert ha dicho "disfrazados". Es uno de los detalles más importantes de la carrera: más que una competición, es una excusa para pasárselo bien. La organización animaba a los participantes a llevar un disfraz, e incluso premiaba los trajes más originales. Y había de todo: pitufos, Papá Noel con sus renos, un robot, personajes de cuento, princesas y caballeros andantes, gallinas y vacas, un belén viviente con su caganer y todo… incluso gente vestida de seta (que no de seda) llegamos a ver.
Por supuesto, esto era una competición, así que también había premios. Pero esta es una carrera distinta en la que no se entregan los trofeos típicos, sino que se sustituyen por fuets, longanizas y hasta jamones. No sólo participáis en una prueba divertidísima, sino que además, si ganáis u os lo curráis mucho con el disfraz, podéis dejar resuelta la cesta de Navidad.
La carrera ya va por la cuarta edición, se está empezando a convertir en una especie de tradición barcelonesa. Suele hacerse por estas fechas; este año ha tocado el 16 de diciembre. Si queréis participar tenéis tiempo hasta el año que viene para programar el viaje a Barcelona.
Y si Barcelona os cae lejos, por lo que hemos visto también se celebra otra carrera Buff en Madrid. Que sepamos, este 2012 ha sido la primera edición, en el municipio de Las Rozas. La versión madrileña tiene una ventaja: es en terreno llano. Pero también hay una desventaja: se hace en junio, con mucho más calor.
¿Por qué tiene esta prueba un nombre tan raro? Buff no es por el cansancio que tienen los participantes cuando llegan a la meta (que también), sino que se trata de la empresa que patrocina la carrera: un fabricante de material deportivo, especializada en unos accesorios para la cabeza, híbrido entre gorra y cinta para el pelo, que no sabríamos bien cómo definir. Podéis echarle un ojo aquí.
La organización de la prueba nos ha facilitado unas cuantas fotos, para que veáis de qué se trata. ¿Os animáis a participar en la próxima?
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