sábado, 31 de mayo de 2014

Mundo Pelotudo 3x23 - 31 de mayo de 2014

Tenemos que dar una triste noticia: compromisos laborales varios nos obligan a que éste sea el último programa de la temporada. Para compensar, tenemos casi una hora y veinte de radio polideportiva, con extra de fútbol, porque Ángel Marbán estuvo en Lisboa y nos cuenta sus experiencias, para desgracia de Luis Tejo, aún dolido por su derrota. Tenis de mesa, triatlón, fútbol sala y boxeo, entre otras cosas, completan un Mundo Pelotudo de Champions. ¡Disfrútalo a sólo un clic!

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viernes, 30 de mayo de 2014

¿Ser "muy hincha" de un equipo es positivo o negativo para el deporte?


Luis Tejo escribió una vez en VAVEL un artículo titulado “Hartos del Clásico” en el que exponía, en plena efervescencia de los enfrentamientos 'pseudo violentos' entre el Madrid de Mourinho y el Barça de Guardiola, que había vida más allá de estos dos equipos. Ahora, en plena efervescencia de enfrentamientos entre su Atleti y el Madrid, el último de ellos en la final de la Champions, probablemente no estará harto de derbis. O sí…
El caso es que hay una noticia que fue bastante comentada con respecto a esa final: La renuncia, por parte del Ayuntamiento, a instalar una pantalla gigante en la Puerta del Sol de la Capital para que los madrileños pudieran ver el partido. Madrileños sin distinción de colores, por supuesto, en un alarde de entusiasmo por parte de un Consistorio que quiso transformar ese día en una fiesta del fútbol madrileño. Lógicamente.

La cosa es que, por una vez, dirigentes rojiblancos y merengues actuaron de forma conjunta y con bastante cordura para quitarle al Ayuntamiento esa idea de la cabeza. Promover que aficionados del Madrid y del Atleti se juntasen en una gran plaza para ver juntos el partido más importante de su historia reciente era una invitación al peligro de la violencia y una puerta abierta para esos energúmenos a los que les da lo mismo montarla en una manifestación política que en un campo de fútbol. Podría haber sido una combinación casi atómica: Fútbol, final de la Copa de Europa, rivalidad absoluta, cero barreras entre aficiones y mucho espacio para “expresarse” de cualquier manera. Por no mencionar el factor alcohol, si bien no dentro de la Puerta del Sol, pero consumido a raudales antes y después de la final. Y grandes cantidades de mobiliario urbano como elementos de diversión.
El lugar de la discordia en los días previos a la final
El Ayuntamiento accedió a hacer caso a los clubes, que no vieron la iniciativa aconsejable desde el principio, no sin dejar claro que la cosa “se exageraba” y que las aficiones del Madrid y el Atlético no son violentas. La Delegada del Gobierno en Madrid, sin embargo, fue también bastante tajante para dar un ejemplo clarísimo: “¿A quién se le ocurriría concentrar en la Plaza de Mayo de Buenos Aires a las aficiones de River y Boca o en cualquier plaza de Londres a las de Arsenal y Chelsea? Se podían provocar incidentes pese a que en estas dos aficiones impera el buen comportamiento. Aun así el riesgo está ahí, sin querer criminalizar a ninguna de las hinchadas”.

Prácticamente todo aficionado al deporte o entendido de estas cosas estuvo de acuerdo con la medida adoptada, pero siempre hay gente menos seguidora del día a día deportivo que no vio lógico que “el forofismo” llegue al extremo de que personas que apoyan a distintos equipos no pudieran juntarse para ver un partido de fútbol. Gente que consideró algo bonito que dos equipos de la misma ciudad jugasen el partido más importante de la temporada a nivel europeo y es muy interesante, ya que no hay nadie mejor que una persona no aficionada a ningún equipo en particular para juzgar estos hechos con la mayor objetividad posible. Para alguien que si ve un Madrid-Barça de baloncesto quiere que gane el Madrid pero se va a la cama igual si gana que si pierde y que nunca entenderá cómo la gente puede sufrir de insomnio, llegar mal al trabajo o pasar un fin de semana recluida en casa porque su equipo pierda, es triste que el deporte sea tan radical. Que la afición por algo sea tan intolerante.

Así que preguntamos: ¿Hasta qué punto es bueno ser forofo en el deporte? ¿Apoyar de forma enérgica a un equipo o sentir el deporte de manera muy radical hace que tengamos mejores resultados o un mayor rendimiento? ¿Sentir los colores potencia nuestras cualidades? ¿O por el contrario desvirtúa la finalidad misma de lo que debería ser el deporte?

sábado, 17 de mayo de 2014

Mundo Pelotudo 3x22 - 17 de mayo de 2014


Recuperado Luis Tejo de su dolor de muelas, el equipo habitual de Mundo pelotudo vuelve a la carga para traer un nuevo programa un poco más futbolero de la cuenta (las circunstancias obligan) pero en el que tienen cabida desde el balonmano hasta el triatlón, pasando por el salto con pértiga, el ciclismo en pista y el surf con remos. Por si fuera poco, Ángel Marbán vuelve a haceros protagonistas a vosotros, a la afición, en su espacio reflexivo y meditabundo de la Zona Mixta. ¡No hay excusa que valga para no escucharlo!

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jueves, 15 de mayo de 2014

Atención, pregunta. ¿Por qué en hockey sobre hielo usan un disco en vez de una pelota?


El hockey sobre hielo es la variante más veloz del popular juego de garrote. El hielo, o más bien la finísima capa de agua líquida que se forma en su superficie cuando la temperatura no llega a 10 grados bajo cero, es tremendamente resbaladizo, lo que hace que los patinadores se desplacen a una velocidad tremenda. Naturalmente, al ser golpeada con el stick, la pelota que se usaba al principio (como en todos los demás tipos de hockey) iba aún más rápido, e incluso salía volando. No sólo era complicada de controlar para los jugadores, sino que suponía un peligro para los árbitros o el público. Por eso, para que tuviera más rozamiento y se moviera más despacio, a algún canadiense anónimo, en algún momento de la década de 1870, se le ocurrió cortarle los extremos y transformarla, primero, en un cuadrado, y poco más tarde, en el disco que hoy conocemos, llamado “puck”.

Respuesta en el programa 21, del 10 de mayo de 2014.

¿Tienes alguna pregunta que quieres que contestemos? ¡Envíanosla!

miércoles, 14 de mayo de 2014

¿Son éticas las primas a terceros?

Llegamos a las últimas jornadas de la Liga en España y ante el tema recurrente de todos los finales de temporada, las primas a terceros, Ángel Marbán aprovecha la zona mixta del último programa para plantear un problema de difícil solución y extenderlo al deporte en general para no acabar hablando de fútbol: ¿Es ético el pago de una prima económica extra por objetivos en el deporte?

Luis Rubiales, presidente del sindicato de futbolistas
Ponemos en antecedentes a los seguidores de Mundo Pelotudo. El presidente del sindicato de futbolistas, Luis Rubiales, que es ex jugador de Primera División, hizo un alegato a favor de las primas por ganar hace unos días. Después, el propio sindicato, intentando arreglar sus declaraciones, intentó diferenciar entre si esas primas son pagadas por clubes de forma oficial o si llegan por parte de algún particular. Y ya está el debate montado en la calle, como todos los años.

Hay personajes bastante poco sospechosos de haber sido poco profesionales en sus trayectorias deportivas que han demostrado tener una visión ligeramente comprensiva con las primas a terceros, como Manuel Sanchís. ¿Su argumento? “La genética de un deportista es ir a ganar. Si encima, por hacer lo que tiene que hacer le dan una prima extra, pues vale”. Sin embargo, otros como Carlo Ancelotti no piensan igual. Hay opiniones para todos los gustos, aunque casi nadie tenga una solución para el problema, que sigue y seguirá existiendo mientras exista el deporte profesional, que es algo más que un deporte. Por suerte o por desgracia.

En lo que parece que estamos todos de acuerdo es en que, en cualquier caso, puede discutirse sobre la ética o no de primas por ganar en un deporte, nunca por perder, que adultera completamente la competición. ¿Que también la adultera que un deportista prime a otro deportista para que gane a un tercero con quien éste se está jugando algo? Sí y no, dependiendo de en qué creamos aquellos a los que nos gusta el deporte. Si somos de la opinión de Sanchís, como un deportista debe ir siempre a ganar no se adulteraría la competición con las primas; Pero si alguna vez podemos pensar que hay equipos o deportistas que no salgan a esforzarse porque ya no tengan posibilidades de ganar, entonces se adulteraría. Pero, ¿se adulteraría por la prima económica en sí o estaría también adulterándose porque ese jugador o ese equipo no estén cumpliendo con la premisa del esfuerzo en el deporte? Todo es relativo.

La modesta opinión de Ángel Marbán es la siguiente: el deporte de hoy en día es algo más que deporte. Para los verdaderamente profesionales, para los deportistas que viven de su deporte, realmente es un trabajo. Y para esos clubes deportivos es una manera de subsistir. Son empresas dentro de un negocio, de un mercado. Y por tanto, como cualquier trabajador que recibe incentivos extra por hacer cosas extras en su ámbito laboral, siempre que las primas sean por ganar, no le parece mal que al deportista se le premie. Si se hace porque en ese momento no se está jugando nada deportivamente hablando, incluso, podría verse como un “igualamiento” frente a aquellos que sí se la juegan. Una especie de compensación de la competición para que sea equitativa y justa hasta el final.

Eso sí, para que eso resultase ético debería estar regulado, incluso por Hacienda. ¿Qué os parece?

sábado, 10 de mayo de 2014

Mundo Pelotudo 3x21 - 10 de mayo de 2014

Dani Collado no está, porque los estudios centrales itinerantes de Mundo Pelotudo le pillan algo lejos. Luis Tejo tampoco, porque todavía no había soltado todas las muelas que tenía que soltar. ¿Cómo se las apaña Ángel Marbán para sacar adelante el programa? Haciéndose con un becario. O en este caso (no es listo ni ná) con una becaria. Silvia Rueda nos ayuda a dar la mejor y más divertida información polideportiva. Escuchadlo y luego nos contáis si le deberíamos renovar el contrato...

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jueves, 8 de mayo de 2014

¿Es justo renegar de nuestros deportistas cuando dejan de ganar?

Algunos de los recientes tropiezos de algunos deportistas o equipos ilustres (algunos incluso legendarios) han hecho reflexionar a Ángel Marbán sobre el paso del tiempo. Hace pocos días, Rafa Nadal perdió un partido en tierra batida, lo cual es ya de por sí noticia. Si además el que le vence, con todos los respetos, es David Ferrer, un hombre que apenas le ha hecho sombra nunca sobre esta superficie, el asunto se vuelve más sorprendente. Nadal empieza a divisar la treintena en el horizonte y cada vez está más mermado por sus problemas físicos. Con el paso del tiempo empezará a ser cada vez menos chocante verle caer antes de tiempo en los torneos.

El paso del tiempo no perdona a nadie. Tampoco la ausencia de victorias. Fernando Alonso ganó dos mundiales de Fórmula Uno en 2005 y 2006, hace ya siete y ocho años. Para algunos vive del cuento desde entonces. Para los más acérrimos, no ha vuelto a tener suerte ni ha habido justicia con él. El caso es que ha ido perdiendo protagonismo en el panorama deportivo español. Porque no gana.

Quizá el caso más claro del declive por paso del tiempo y envejecimiento es el del Barça. Un grupo que maravilló al mundo y cambió el estilo de este deporte entre 2008 y 2012, ganando prácticamente todo lo que jugó. Ahora, algunos de sus futbolistas estandarte se han ido y otros se irán cuando llegue junio. Otros, casi están en el final de sus carreras.

Y es ahora cuando se empiezan a escuchar comentarios a favor de relegar al banquillo a Xavi. De vender a Cesc Fábregas e incluso a Messi. Cuando se agota el hambre, los rivales te conocen y el público te tiene más que visto, a las primeras de cambio, al primer fracaso sonado tras los éxitos, la gente te sentencia.

¿Pasará esto mismo cuando Nadal empiece a caer en octavos de final de cada torneo que dispute? ¿Se olvidará la gente de él? ¿Recordará sus récords, sus más de diez grandes y su condición de deportista español más laureado y famoso de la historia?

Por lo que se percibe en España, es algo que muy probablemente sucederá. No sabemos exactamente cómo se sigue ahora mismo a Roger Federer, pero desde luego en nuestro país el suizo ha pasado de ser el mejor de todos los tiempos con la raqueta a ser casi un ex jugador. Es la tendencia en el deporte moderno: En cuanto dejas de ganar, pasas al ostracismo. El deporte no tiene memoria, que se suele decir.

Esa es la pregunta de esta semana: ¿Es justo que sólo seamos hinchas de nuestros deportistas favoritos cuando ganan? ¿Es noble ser sólo seguidor de alguien cuando está en el mejor momento de su carrera y después sustituirle por otro joven cuando envejece?

Para Ángel es muy injusto que no se tenga memoria. Los grandes deportistas, cuando logran grandes éxitos y se perpetúan en ellos, se ganan al mismo tiempo el derecho a seguir jugando y fallar cuanto les apetezca. Por eso nunca entenderá que una hinchada acepte que una leyenda de su equipo favorito de fútbol (un Raúl, un Xavi, un Messi) ya no vale porque su tiempo ha pasado y hay que venderle.


El que sea seguidor de Fernando Alonso o de Carlos Sainz deberá seguir siéndolo siempre si quiere llamarse seguidor de verdad. Y lo mismo con Nadal. Pero quizá somos unos románticos.