miércoles, 6 de marzo de 2013

¿Dónde jugamos la final de la Copa del Rey?

Bueno, pues 'habemus' final de Copa del Rey. Tendremos derbi madrileño en la final, algo que Ángel Marbán todavía no ha vivido (Luis Tejo tiene mejor memoria y recuerda la del 92, y Daniel Collado estaba ocupado matando marcianitos). La cosa es que estamos a vueltas con la historia de la sede para el partido. Pensará la gente: "Pues si son el Real Madrid y el Atleti, que jueguen en Madrid". No tiene que haber desplazamientos de ningún tipo, es la opción más barata y en la Capital tenemos dos magníficos estadios para albergar una final de Copa. Pero el asunto no es tan sencillo.

Y no lo es, en parte por la cabezonería de algunos, en parte por razones que, si uno se para a pensar, pueden tener cierta lógica. De un lado, dice Enrique Cerezo (queremos tu pescuezo), presidente del Atlético de Madrid, que "hay un convenio" entre los dos equipos madrileños según el cual, cuando ambos llegan a la final de Copa, se van alternando sus estadios como sede. Y la última final entre ambos fue en el Bernabéu (con un gol de Schuster de falta y victoria atlética, por cierto) en 1992. No sabemos si ese convenio existe o no, pero lo cierto es que los razonamientos de Cerezo no cuadran: hasta ahora el Real Madrid y el Atlético han jugado cuatro finales y tres de ellas las ganaron los rojiblancos, todas ellas en el Bernabéu. Los blancos ganaron la única en el Calderón. Si bien es cierto que se alternaron el estadio del Manzanares y el de la Castellana en las dos últimas finales, existe una descompensación favorable al Bernabéu, que organizó tres finales entre ambos, por una del recinto colchonero.

En cualquier caso, sea por convenios, sea porque toca debido a lo que sucedió en las dos últimas finales, debería ser en el Calderón. Y muchos atléticos quieren. Ahora bien, hay muchos otros que no. ¿La razón? Temen una derrota en casa, que sería más dolorosa. Además, si se cumplen las estadísticas, ganará el equipo que juegue fuera de su estadio.


Por eso, hay muchos atléticos que quieren que sea en el Bernabéu. En cuanto a los madridistas, la inmensa mayoría NO quiere (queremos) el Bernabéu, ya que está muy reciente el "Centenariazo" ante el Deportivo y perder otra final en casa sería muy doloroso.

Así pues, hay mucha opinión en contra de disputar la final en "su" estadio por temas de evitar tristezas. Y, rizando el rizo, si el año pasado la final fue en el Calderón, ¿qué hacemos, repetimos?

Luego está el lío del Camp Nou: el Real quiere que sea allí y esgrime principios de neutralidad y aforo (son, hasta cierto punto, argumentos lógicos y justos; el Atlético estaría en su derecho de decir lo mismo). Sin embargo, todos sabemos que lo que quiere es ir a Barcelona a regocijarse del Barça en su estadio, lo cual está feo desde el punto de vista ético. El Barça quería hacer eso el año pasado y el Real Madrid se negó en rotundo (lógicamente) y se tuvo que jugar en el Calderón...

Así pues, como podemos observar, existen multitud de argumentos a favor y en contra a la hora de elegir la sede para la final, y no podemos hacer una valoración completa de una sola visión del asunto porque cada una tiene parte de verdad. Si dejamos la final en Madrid, es imposible que exista neutralidad, salvo que juguemos la final en Vallecas, Getafe o Butarque; si jugamos en cualquiera de esos campos, perdemos el factor capacidad. Y si nos marchamos a jugar fuera de Madrid, se plantea un problema gordo, si no varios: ¿Cómo se organiza el desplazamiento de dos aficiones rivales desde un mismo sitio a otro sin que haya problemas? Normalmente, cada una viene de una ciudad, pero no es el caso. Por otro lado, ¿por qué cargarle el "marrón" a otra ciudad? Y después, ¿por qué obligar al aficionado, sea del equipo que sea, a desplazarse gastando dinero cuando, por una vez, podemos evitarlo? La solución es complicada.

No lo sería si..... y aquí planteamos la pregunta semanal, existiese un estadio en España tipo Wembley o tipo Saint Denis. Un campo de primer nivel que albergase la final todos los años (decimos esto porque si se estableciera, por ejemplo, el Bernabéu como sede perpetua, habría enseguida mil protestas por parte de todo tipo de equipos). Un campo donde, por otro lado, jugase siempre la Selección. El problema, cuando se ha planteado eso, es que como en España somos tan envidiosos, siempre se dice que "hala, todo para la Capital". Se ha planteado en alguna ocasión algún estadio que reúne las condiciones por no ser de ningún equipo (dos ejemplos actualmente serían La Cartuja y Montjuic). Pero entonces, a veces hay problemas de distancia o de que esas ciudades no sean la Capital. ¿Deberíamos construir un estadio para evitar todo este tipo de problemas? ¿Sería la Peineta la solución?

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