Odom estará durante dos meses en el club vitoriano, con la posibilidad de ampliar su contrato hasta el final de la temporada. Al ser una estrella de la NBA las cifras económicas sobre el fichaje son astronómicas para lo que solemos ver en la Liga Endesa: En Estados Unidos hablan de 450.000 euros hasta final de campaña y un millón más si cuaja para el año que viene. En tal caso, tendría una cláusula de salida para la NBA bastante asequible.
Y es que el principal motivo por el que un jugador de este tipo ha aceptado recalar en el Baskonia, según se dice, es para que Odom recupere su verdadero nivel de cara a la NBA, ya que en los últimos meses no ha llevado una vida que pueda calificarse de “sana y deportiva”. Era agente libre tras concluir el pasado verano su contrato con los Clippers de Los Angeles, algo que se veía venir dados sus excesos extradeportivos. También el pasado verano fue detenido por conducir bajo los efectos de drogas y alcohol y negarse a realizar el pertinente control. El jugador ha estado yendo a un centro de rehabilitación para tratar de sus problemas de adicción este mismo otoño. Estos mismos problemas son los que han causado su ruptura matrimonial con la ‘celebrity’ Khloe Kardashian también en estos últimos meses.
Así que si viene a España podemos incluso llegar a creernos que lo que quiere es alejarse de esas facilidades que hay en Estados Unidos para dejarse llevar por los excesos y recuperar su nivel como jugador de baloncesto. El problema es que tiene 34 años y después de haber pasado por los Clippers, los Lakers (donde fue doble campeón de la NBA con Gasol) y Miami Heat, no parece probable que el tipo vaya a volver a ser lo que fue. Que, por otro lado, siempre fue una estrella y tuvo mucha calidad, pero acompañada de múltiples lesiones y una irregularidad constante fruto, precisamente, de sus excesos fuera de las pistas.
Hasta el momento, Odom ha dejado un saldo bastante pobre de juego desde que está en el Baskonia. No parece demasiado para alguien del que se espera mucho más. Y la pregunta es: ¿Hasta qué punto merecen la pena este tipo de fichajes? Está claro que mediáticamente y quizá desde el punto de vista publicitario puede que resulten económicamente positivos para los clubes pequeños (ententiendo pequeño al Baskonia con respecto a grandes franquicias de la NBA), pero deportivamente, ¿no es más rentable fichar a alguien de la tierra o sacar a alguien de la cantera?
Por extensión, todos los grandes deportistas que al final de sus carreras se marchan a países competitivamente menores pero con mucho dinero de por medio, ¿lo hacen por dinero? ¿O, como dicen muchos, por experimentar la vida en otras culturas? Una cosa es irse a Qatar y otra a Estados Unidos… Os dejamos este tema para que reflexionéis y nos contéis vuestras opiniones.
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