Como sabéis, esta semana estamos teniendo una "mini maratón" de Clásicos. ¿Que de qué hablamos? Pues ni más ni menos que del Barça - Real Madrid de vuelta de semifinales de la Copa del Rey que se jugó el martes en el Camp Nou y del Real Madrid - Barça de Liga que se disputará en el Bernabéu el próximo sábado día 2 de marzo a las 16:00 de la tarde.
A muchos, como a Luis, les cansará esto de los Clásicos, que últimamente se han multiplicado debido a la enorme diferencia entre los dos grandes del fútbol español y el resto de equipos, que hace que, inexorablemente, Real Madrid y Barça se acaben viendo las caras no sólo en la Liga, sino también en las rondas finales de la Copa del Rey e incluso de la Champions League. Sin ir más lejos, en 2011 se vivió una auténtica "tormenta" (así la llamaron) de partidos entre ambos, uniendo de forma consecutiva la final de la Copa del Rey, un partido de Liga y dos de ida y vuelta en semifinales de la Copa de Europa. Después de aquello, que acabó con muy mal rollo entre ambos clubes, incluso a los aficionados de ambos equipos tanto Clásico les produce cierta pereza.
Mourinho y el ex técnico del Barça, Guardiola, además de la hegemonía culé en los últimos años, han contribuido mucho a que el duelo haya ganado, si cabe, muchísima más notoriedad mundial. Es ya el tercer acontecimiento deportivo más importante del planeta después de una final de un Mundial o de una ceremonia de apertura de unos Juegos Olímpicos, a tenor de las audiencias registradas. Incluso supera a actos como las últimas finales de la Súperbowl. En la maratón de Clásicos de la que estamos hablando se sobrepasaron los 500 millones de espectadores.
Y el caso es que esta rivalidad tan grande nos ha hecho pensar que estaría bien charlar un poco de rivalidades históricas entre clubes de todo el mundo; de los Derbis más importantes y tradicionales que existen. Para empezar, hay que decir que el Real Madrid y el Barça remontan su enemistad casi al principio de los tiempos, esto es, de los comienzos del fútbol español. Básicamente, porque desde el principio demostraron ser dos de los equipos más fuertes del panorama nacional y, por tanto, eran rivales directos. Los dos se han peleado por grandes jugadores (Di Stéfano, Kubala, Cruyff) y aún lo siguen haciendo. Casos como los de Laudrup, Milla, Figo o Luis Enrique han cultivado un odio irreversible.
Sin embargo, la historia de su rivalidad es también una historia de rivalidad política y cultural. A día de hoy, un Real Madrid - Barça es entendido como un "España-Catalunya" por mucha gente. La historia del Real Madrid, cuya primera época de esplendor coincide con los tiempos más férreos de la Dictadura franquista, que, por otro lado, coartaba los nacionalismos, contribuye a ese "chascarrillo" de que "el Madrid es el equipo del régimen". Diversas encuestas demuestran que, por norma general (hay excepciones, como nuestro Ángel Marbán), la derecha es más tendente a ser del Real Madrid y buena parte de la izquierda (no la socialista), del Barça.
Hablando de otras grandes rivalidades, y de otro tipo de rivalidades, encontramos, por ejemplo, rivalidades religiosas. El Celtic y el Rangers en Escocia protagonizan uno de los derbis más calientes y antiguos del mundo, si no el más longevo. La enemistad tiene su origen en el siglo XIX. En el año 1873 se fundó el Rangers por un grupo de aficionados al remo como un club puramente deportivo, sin pretensiones políticas o religiosas. Quince años después, en 1888, un sacerdote católico (el padre Walfrid) creó un equipo con el objetivo ayudar a las clases más humildes, especialmente a los inmigrantes irlandeses en Escocia. Nacía entonces el Celtic, desde su fundación vinculado estrechamente con la comunidad irlandesa (no en vano su escudo es el clásico trébol de cuatro hojas irlandés) y con el catolicismo. La reacción de los protestantes del país fue hacer del Rangers su símbolo y trasladar al fútbol su enfrentamiento religioso.
En Sudamérica, por ejemplo, hablar de Clásicos es hablar de los River - Boca. Su rivalidad viene de que ambos son del mismo barrio, porque River Plate nació en La Boca, en las afueras de la Capital. Boca Juniors surgió cuatro años después, por deseo de un grupo de inmigrantes de crear su propio club del fútbol. Hay discrepancias acerca de cuándo se produjo el primer enfrentamiento entre ellos (Boca dice que fue en su cancha y que ganaron 2-0, y River que fue en un campo neutral y que vencieron por 2-1). River dominó el comienzo de la era profesional por su poderío económico y recibió el apodo de Millonarios. Y se fue moviendo de barrio en barrio. Boca se quedó donde estaba...
En Italia, encontramos el Milan - Inter como derbi más destacado, aunque el más espectacular y el que más pasión genera es el Lazio - Roma, con dos aficiones enfrentadas desde el principio de los tiempos debido a su condición: los laziales, más burgueses y adinerados; los romanistas, de clase obrera y de izquierdas. Ahora esto vale bastante poco, ya que las dos aficiones radicales son de derechas...
En Inglaterra, el Manchester United - Liverpool se lleva la palma. Ambos son los equipos más laureados del país, y su rivalidad se remonta a 1897, cuando el Liverpool le metió un 7-1 al Manchester para ascender a la First Division. Desde entonces, no hay quien los reconcilie.
En España tenemos otros dos derbis muy calientes: Los Sevilla - Betis y los Athletic de Bilbao - Real Sociedad, que precisamente se enfrentaron el viernes pasado, en el último derbi en San Mamés...
Las aficiones de este tipo de equipos suelen decir que todo lo malo que le suceda al equipo contrario, es bueno para el suyo, aunque no se enfrenten directamente. ¿Es esto cierto? ¿Cómo veis la rivalidad en el deporte?
miércoles, 27 de febrero de 2013
sábado, 23 de febrero de 2013
Mundo Pelotudo 2x19 - 23 de febrero de 2013
Hoy se cumplen años del día en que un tipo bigotudo intentó acabar con la democracia y con todo lo que pillara por delante. Nosotros no somos bigotudos, sino pelotudos, y nos conformamos con traerte la información más divertida del mundo del deporte. Ángel Marbán te prepara para la semana de clásicos que se avecina, Luis Tejo te ofrece trabajo, Ana González te cuenta cómo sobrevivir a una enfermedad y ponerte en forma, y Daniel Collado sigue de cuerpo en Filipinas, pero de espíritu nunca nos abandona. El programa 19 de esta temporada no te lo puedes perder.
Escúchanos aquí:
Escúchanos aquí:
jueves, 21 de febrero de 2013
Los efectos negativos de las apuestas deportivas
Como ya sabréis, hace poco más de una semana, la EUROPOL (Oficina Europea de la Policía) destapó una red de amaños en partidos de fútbol, la más grande conocida hasta la fecha. Se trata de 380 partidos en 15 países distintos, entre los que no está España (dicen, de momento), de los cuales 150 habrían sido ya confirmados y demostrados, entre los años 2009 y 2011 y en competiciones disputadas en Alemania, Austria, Eslovenia, Gran Bretaña, Hungría, Finlandia y Turquía, entre otros. Los casos de soborno o intento de soborno a jugadores, árbitros y directivos han afectado a partidos de clasificación para el Mundial, de ligas nacionales, de la Liga Europa y dos de la Liga de Campeones (uno de ellos jugado en Inglaterra). También hay otros 300 partidos sospechosos jugados fuera de Europa, especialmente en África y Latinoamérica.
Se generaron ocho millones de euros de beneficios sobre un total de 16 millones apostados y se movieron otros dos millones en sobornos, de los que el mayor aceptado por una sola persona ascendió a 140.000 euros. La red criminal, al parecer, estaría controlada desde Asia.
Esto pone de manifiesto un peligro que, desde hace tiempo, viene cayendo sobre el deporte en general y sobre el fútbol en particular: el negocio de las apuestas. De un tiempo a esta parte hemos pasado de las simples quinielas a sofisticados métodos en los que un cliente puede apostar hasta a cuántos córners se van a sacar en un partido, si el entrenador de un equipo determinado será expulsado o si habrá peleas entre éste o aquel jugador. El negocio es básicamente con el fútbol porque el fútbol mueve muchísimo dinero, pero en casi cualquier página web de cualquier casa de apuestas más o menos grande, uno puede apostar hasta en fútbol azerbaiyano, Bandy o baloncesto australiano. Todo a un clic de distancia.
El auge de las casas de apuestas se ha producido en los últimos tres o cuatro años. Es uno de los pocos sectores comerciales que puede decirse que está en expansión en estos tiempos de crisis (lo cual no debería ser malo, sin ir más lejos Ángel Marbán debe su trabajo actual a este mercado), pero ahora se ve salpicado por estos descubrimientos de corrupción masiva a gran escala.
¿Es bueno o es malo esto? Es la pregunta que nos gustaría lanzar hoy. ¿Veis bien el mundo de las apuestas deportivas? ¿Creéis que debería controlarse o regularse más? ¿Le pondríais límites? Las últimas noticias han hecho que algunas voces autorizadas y expertos en la materia hayan abogado por la aceleración de una reglamentación común para toda Europa en torno a este mercado (hay que recordar que la mayor parte de las grandes casas de apuestas son inglesas), algo que hoy en día no existe. Ponemos un ejemplo: Según en qué casa de apuestas decidáis apostar, os parecerá que estáis jugando a lo mismo siempre, pero el "modelo de negocio" es distinto. Si apostamos a un partido del Madrid en una casa de apuestas española, el 25% de los beneficios que obtengamos se los queda el estado. Por eso, muchos optan por apostar a ese mismo partido del Madrid en casas de apuestas extranjeras, que permiten al cliente quedarse con todo el dinero que gane. Y ahí entran las casas de apuestas ilegales. Y tenemos montado el lío.
Además, según estos expertos, hay muchos entresijos en este mundillo que aún no han sido siquiera regulados, y eso da lugar a un aprovechamiento fraudulento del negocio por parte de los más avispados. Por ejemplo, en Inglaterra hace muy poco tiempo estaban pensando en colocar máquinas para poder apostar en directo en los pubs, cuando en las tiendas oficiales de las casas de apuestas está prohibido el consumo de alcohol. No hay leyes que impidan eso. Incoherente, ¿verdad?
Sin embargo, las apuestas ligadas al deporte han existido casi desde que se inventó el deporte mismo. Su peligrosidad ha ido aumentando a medida que el deporte se ha ido profesionalizando y, por tanto, convirtiéndose en un negocio. El sector del juego online generó en España unos ingresos de 370 millones en 2011, y se prevé que generará unos 250 millones este año. Y aquí entramos en el eterno debate: ¿En qué medida profesionalizar el deporte ha sido beneficioso?
Porque es muy complicado controlar algo cuando hay dinero de por medio. Y por tanto, intereses personales. Se nos ocurren algunos ejemplos. Imaginad que un equipo está indispuesto por haber comido pescado en mal estado o que un jugador de tenis tiene que salir a la pista porque el sistema de puntos de la ATP le obliga a salir a defender una serie de puntos aunque no está en condiciones físicas óptimas; aunque los jugadores no apuesten, se lo pueden decir a un amigo, que es el que decide aprovechar el momento. Esto no es ilegal, pero se debería sancionar a las personas que juegan con información privilegiada.
Además, no es lo mismo amañar un partido de Tercera en Eslovenia que de la Premier. Controlar los amaños es muy difícil, especialmente en ligas menores, donde los jugadores cobran 100 o 200 euros. Si les ofrecen 2.000 por arreglar un partido, seguramente los cogerán.
¿En qué medida es esto ilegal? ¿Es culpa de la profesionalización del deporte?
Se generaron ocho millones de euros de beneficios sobre un total de 16 millones apostados y se movieron otros dos millones en sobornos, de los que el mayor aceptado por una sola persona ascendió a 140.000 euros. La red criminal, al parecer, estaría controlada desde Asia.
Esto pone de manifiesto un peligro que, desde hace tiempo, viene cayendo sobre el deporte en general y sobre el fútbol en particular: el negocio de las apuestas. De un tiempo a esta parte hemos pasado de las simples quinielas a sofisticados métodos en los que un cliente puede apostar hasta a cuántos córners se van a sacar en un partido, si el entrenador de un equipo determinado será expulsado o si habrá peleas entre éste o aquel jugador. El negocio es básicamente con el fútbol porque el fútbol mueve muchísimo dinero, pero en casi cualquier página web de cualquier casa de apuestas más o menos grande, uno puede apostar hasta en fútbol azerbaiyano, Bandy o baloncesto australiano. Todo a un clic de distancia.
El auge de las casas de apuestas se ha producido en los últimos tres o cuatro años. Es uno de los pocos sectores comerciales que puede decirse que está en expansión en estos tiempos de crisis (lo cual no debería ser malo, sin ir más lejos Ángel Marbán debe su trabajo actual a este mercado), pero ahora se ve salpicado por estos descubrimientos de corrupción masiva a gran escala.
¿Es bueno o es malo esto? Es la pregunta que nos gustaría lanzar hoy. ¿Veis bien el mundo de las apuestas deportivas? ¿Creéis que debería controlarse o regularse más? ¿Le pondríais límites? Las últimas noticias han hecho que algunas voces autorizadas y expertos en la materia hayan abogado por la aceleración de una reglamentación común para toda Europa en torno a este mercado (hay que recordar que la mayor parte de las grandes casas de apuestas son inglesas), algo que hoy en día no existe. Ponemos un ejemplo: Según en qué casa de apuestas decidáis apostar, os parecerá que estáis jugando a lo mismo siempre, pero el "modelo de negocio" es distinto. Si apostamos a un partido del Madrid en una casa de apuestas española, el 25% de los beneficios que obtengamos se los queda el estado. Por eso, muchos optan por apostar a ese mismo partido del Madrid en casas de apuestas extranjeras, que permiten al cliente quedarse con todo el dinero que gane. Y ahí entran las casas de apuestas ilegales. Y tenemos montado el lío.
Además, según estos expertos, hay muchos entresijos en este mundillo que aún no han sido siquiera regulados, y eso da lugar a un aprovechamiento fraudulento del negocio por parte de los más avispados. Por ejemplo, en Inglaterra hace muy poco tiempo estaban pensando en colocar máquinas para poder apostar en directo en los pubs, cuando en las tiendas oficiales de las casas de apuestas está prohibido el consumo de alcohol. No hay leyes que impidan eso. Incoherente, ¿verdad?
Sin embargo, las apuestas ligadas al deporte han existido casi desde que se inventó el deporte mismo. Su peligrosidad ha ido aumentando a medida que el deporte se ha ido profesionalizando y, por tanto, convirtiéndose en un negocio. El sector del juego online generó en España unos ingresos de 370 millones en 2011, y se prevé que generará unos 250 millones este año. Y aquí entramos en el eterno debate: ¿En qué medida profesionalizar el deporte ha sido beneficioso?
Porque es muy complicado controlar algo cuando hay dinero de por medio. Y por tanto, intereses personales. Se nos ocurren algunos ejemplos. Imaginad que un equipo está indispuesto por haber comido pescado en mal estado o que un jugador de tenis tiene que salir a la pista porque el sistema de puntos de la ATP le obliga a salir a defender una serie de puntos aunque no está en condiciones físicas óptimas; aunque los jugadores no apuesten, se lo pueden decir a un amigo, que es el que decide aprovechar el momento. Esto no es ilegal, pero se debería sancionar a las personas que juegan con información privilegiada.
Además, no es lo mismo amañar un partido de Tercera en Eslovenia que de la Premier. Controlar los amaños es muy difícil, especialmente en ligas menores, donde los jugadores cobran 100 o 200 euros. Si les ofrecen 2.000 por arreglar un partido, seguramente los cogerán.
¿En qué medida es esto ilegal? ¿Es culpa de la profesionalización del deporte?
lunes, 18 de febrero de 2013
Consultorio Arbitral - 16 de febrero de 2013 - Saques de meta
Imaginaos que tenemos un portero con unas piernas como Hulk que, de un zapatazo, es capaz de cruzarse los ciento y pico metros de campo y marcar gol directamente de saque de puerta. O que sopla mucho, muchísimo viento en contra y el balón acaba metiéndose en la portería propia. ¿Qué debe hacer el árbitro? ¿Son goles legales? Esa es la duda que hoy nos viene a resolver Salvador Parody Merino en su consultorio arbitral.
Si tenéis alguna otra duda sobre el reglamento, no dudéis en escribirnos para que os la resolvamos.
Si tenéis alguna otra duda sobre el reglamento, no dudéis en escribirnos para que os la resolvamos.
sábado, 16 de febrero de 2013
Mundo Pelotudo 2x18 - 16 de febrero de 2013
Señoritas en paños menores jugando al hockey sobre hielo, golf con animales, San Valentín entre canastas y tableros, cacofonías en el fútbol inglés, todo ello sazonado con apuestas no siempre del todo legales. Así de cargado, y con muchas más cosas, viene el programa de esta semana de Mundo Pelotudo, con Ángel Marbán, Luis Tejo, y Ana González aportando el imprescindible toque femenino. Porque ni haciendo renunciar al Papa hemos conseguido que Dani Collado vuelva de las Filipinas. ¿Cómo haremos para mantener el tipo en su ausencia? Pasad y escuchad...
Escúchanos aquí:
Escúchanos aquí:
miércoles, 13 de febrero de 2013
Consultorio Arbitral - 2 de febrero de 2013 - Tandas de penaltis
Poneos en situación. En una eliminatoria, o en una final de un torneo de copa, se ha terminado el tiempo reglamentario, prórroga incluida, y nadie ha sido capaz de romper el empate. Toca llegar a la temida, y muchas veces injusta, tanda de penaltis. El lanzador pega al balón con fuerza, pero para su desgracia se le marcha demasiado alto, tanto que impacta contra el larguero y rebota hacia arriba. El portero, loco de alegría, sale corriendo a celebrar el fallo. Pero mientras tanto, el balón cae dentro del campo y, debido al efecto del rebote, se mete en la portería.
¿Extraño? Mucho. ¿Ha ocurrido? Sí, alguna que otra vez. ¿Es gol legal? Esa duda es la que viene a resolvernos Salvador Parody Merino, nuestro árbitro particular, del colegio de Sevilla. Aquí, en dos minutos, os despeja la incógnita. Y si hay algún otro aspecto del reglamento que no os queda claro y queréis resolver, no dudéis en escribirnos a nuestro consultorio arbitral.
¿Extraño? Mucho. ¿Ha ocurrido? Sí, alguna que otra vez. ¿Es gol legal? Esa duda es la que viene a resolvernos Salvador Parody Merino, nuestro árbitro particular, del colegio de Sevilla. Aquí, en dos minutos, os despeja la incógnita. Y si hay algún otro aspecto del reglamento que no os queda claro y queréis resolver, no dudéis en escribirnos a nuestro consultorio arbitral.
martes, 12 de febrero de 2013
¿Y si la Copa del Rey de fútbol copiara a la de baloncesto?
Como sabéis, el pasado fin de semana se disputó en la ciudad de Vitoria la Copa del Rey de baloncesto. Un torneo que, desde hace años, viene teniendo mucha repercusión mediática y mucho tirón por parte de los aficionados, tanto de los equipos participantes como por parte de la gente de la ciudad anfitriona.
El sistema de competición es simple, pero precisamente en esa simpleza radica la facilidad con la que la cita es capaz de emocionar al respetable: terminada la primera parte de la temporada en la Liga regular, los ocho primeros clasificados se meten directamente en una fase final de Copa que se celebra en una ciudad previamente elegida desde hace tiempo. Se hace un sorteo puro entre esos ocho clasificados y se para la competición liguera para dar paso a un fin de semana en donde se celebra el torneo, que consta de partido de cuartos, partido de semifinales, y final. Todo reducido a cuatro días (de jueves, a domingo) de mucho baloncesto y mucho espectáculo.
¿Por qué tiene tanto éxito este torneo? El formato de eliminación directa siempre añade mucho morbo a los partidos, ya que los equipos teóricamente con menos opciones pueden dar la sorpresa ante los grandes. Después, el hecho de que se pare la Liga para dar protagonismo únicamente a un torneo como la Copa es una de las claves del boom mediático que ha despertado esta cita en los últimos años. Organizándolo de esta forma y con sede fija, se asegura que, desde el inicio de la temporada, todos los equipos de la Liga estén concentrados por ser uno de los "elegidos" para participar en ese acontecimiento que detiene el mundo del baloncesto en nuestro país por unos días. Es una Copa del Rey con formato de Mundial de fútbol.
Nuestra pregunta para esta semana es: ¿por qué no adaptamos este formato, tan bien acogido y que tanto éxito ha demostrado, para "salvar" la Copa del Rey de fútbol?
Hagamos un cálculo rápido: La Copa del Rey de fútbol, ahora mismo, supone nueve partidos que jugar para cualquier equipo de Primera. Eso sólo para los de mayor categoría, los de Segunda y Segunda B juegan todavía más. Como ahora mismo la Copa ni da dinero ni da prestigio, no es demasiado raro ver cómo conjuntos de Primera se ven fuera a las primeras de cambio porque la competición no les interesa.
El formato a doble partido minimiza al máximo la posibilidad de que haya sorpresas agradables de cara al espectador. En esto, hay una gran corriente que lleva años reclamando que se copie el formato inglés, en donde todas las rondas eliminatorias se juegan a partido único en el campo del equipo de menor categoría.
Plantearíamos una medida "híbrida" entre las dos. Para empezar, reducir las rondas de dieciseisavos a cuartos de final, por ejemplo, a partido único, harían que en lugar de tener que jugar cuatro partidos, los equipos tuvieran que jugar sólo dos. Ya estaríamos ganándole dos semanas al tan apretado calendario futbolístico. Pero, si además de eso, se jugaran las rondas de cuartos, semifinales y la final a partido único y en una o dos sedes elegidas previamente, parando la Liga, el torneo adquiriría una dimensión nada parecida hasta ahora. Todos estarían pensando en las fechas de Copa desde el principio de la temporada. Las televisiones ganarían más dinero, etc.
Esas dos semanas que le hemos quitado al calendario podrían adaptarse, parando la Liga durante ese tiempo. Pero es que, además, jugar todas las eliminatorias a una ronda podría hacer que el calendario ganase aún más tiempo libre para que los equipos descansaran más. Se comenta que no se pueden jugar partidos durante días seguidos en un mismo césped, pero jugando encuentros cada dos días se pueden disputar hasta tres en una misma semana.
Todo ello sin contar con los beneficios que supondría este formato para las ciudades que acogieran la fase final de la Copa. Y sólo hay que echar un vistazo a las últimas sedes de las finales para comprobar que esa leyenda de que haya "diversidad" no es tal. Puede haber sedes compartidas. Y si ya, con todo eso, el campeón de Copa va a la Champions, la hemos reflotado por completo.
El sistema de competición es simple, pero precisamente en esa simpleza radica la facilidad con la que la cita es capaz de emocionar al respetable: terminada la primera parte de la temporada en la Liga regular, los ocho primeros clasificados se meten directamente en una fase final de Copa que se celebra en una ciudad previamente elegida desde hace tiempo. Se hace un sorteo puro entre esos ocho clasificados y se para la competición liguera para dar paso a un fin de semana en donde se celebra el torneo, que consta de partido de cuartos, partido de semifinales, y final. Todo reducido a cuatro días (de jueves, a domingo) de mucho baloncesto y mucho espectáculo.
¿Por qué tiene tanto éxito este torneo? El formato de eliminación directa siempre añade mucho morbo a los partidos, ya que los equipos teóricamente con menos opciones pueden dar la sorpresa ante los grandes. Después, el hecho de que se pare la Liga para dar protagonismo únicamente a un torneo como la Copa es una de las claves del boom mediático que ha despertado esta cita en los últimos años. Organizándolo de esta forma y con sede fija, se asegura que, desde el inicio de la temporada, todos los equipos de la Liga estén concentrados por ser uno de los "elegidos" para participar en ese acontecimiento que detiene el mundo del baloncesto en nuestro país por unos días. Es una Copa del Rey con formato de Mundial de fútbol.
Nuestra pregunta para esta semana es: ¿por qué no adaptamos este formato, tan bien acogido y que tanto éxito ha demostrado, para "salvar" la Copa del Rey de fútbol?
Hagamos un cálculo rápido: La Copa del Rey de fútbol, ahora mismo, supone nueve partidos que jugar para cualquier equipo de Primera. Eso sólo para los de mayor categoría, los de Segunda y Segunda B juegan todavía más. Como ahora mismo la Copa ni da dinero ni da prestigio, no es demasiado raro ver cómo conjuntos de Primera se ven fuera a las primeras de cambio porque la competición no les interesa.
El formato a doble partido minimiza al máximo la posibilidad de que haya sorpresas agradables de cara al espectador. En esto, hay una gran corriente que lleva años reclamando que se copie el formato inglés, en donde todas las rondas eliminatorias se juegan a partido único en el campo del equipo de menor categoría.
Plantearíamos una medida "híbrida" entre las dos. Para empezar, reducir las rondas de dieciseisavos a cuartos de final, por ejemplo, a partido único, harían que en lugar de tener que jugar cuatro partidos, los equipos tuvieran que jugar sólo dos. Ya estaríamos ganándole dos semanas al tan apretado calendario futbolístico. Pero, si además de eso, se jugaran las rondas de cuartos, semifinales y la final a partido único y en una o dos sedes elegidas previamente, parando la Liga, el torneo adquiriría una dimensión nada parecida hasta ahora. Todos estarían pensando en las fechas de Copa desde el principio de la temporada. Las televisiones ganarían más dinero, etc.
Esas dos semanas que le hemos quitado al calendario podrían adaptarse, parando la Liga durante ese tiempo. Pero es que, además, jugar todas las eliminatorias a una ronda podría hacer que el calendario ganase aún más tiempo libre para que los equipos descansaran más. Se comenta que no se pueden jugar partidos durante días seguidos en un mismo césped, pero jugando encuentros cada dos días se pueden disputar hasta tres en una misma semana.
Todo ello sin contar con los beneficios que supondría este formato para las ciudades que acogieran la fase final de la Copa. Y sólo hay que echar un vistazo a las últimas sedes de las finales para comprobar que esa leyenda de que haya "diversidad" no es tal. Puede haber sedes compartidas. Y si ya, con todo eso, el campeón de Copa va a la Champions, la hemos reflotado por completo.
sábado, 9 de febrero de 2013
Mundo Pelotudo 2x17 - 9 de febrero de 2013
Aprovechando que Dani Collado sigue comiendo filipinos, Luis Tejo y Ángel Marbán han decidido llenar el programa de féminas. Esta semana ha sido el turno de Silvia Rueda, que nos ha venido de maravilla para celebrar el cumpleaños del señor Voleibol. Además, propuestas novedosas para revitalizar la Copa del Rey, un poco de pádel, lanzamiento de todo tipo de objetos, y mucho, mucho más.
Escúchanos aquí:
Escúchanos aquí:
miércoles, 6 de febrero de 2013
¿Por qué se dopa un deportista?
El dopaje vuelve a estar de actualidad más que nunca debido a dos motivos: La confesión del norteamericano Lance Armstrong de que se dopó para poder ganar siete Tours de Francia hace ya algunos días, y el inicio del juicio a Eufemiano Fuentes, el primer implicado en la "Operación Puerto". Pasa el tiempo y no sólo no nos quitamos de encima la lacra del dopaje, sino que cada vez se nos caen más mitos al suelo y nos dan más bofetadas en la cara para tratar de decirnos que, en el deporte de élite hoy en día, las cosas no son tan de cuento de hadas.
Armstrong, Contador, Marion Jones, Marta Domínguez... son muchos los nombres, de distintos deportistas y en distintos deportes, que son descubiertos como culpables o sospechosos (cuando a uno se le señala ya es muy difícil quitarse esa etiqueta). Se hace de forma tan sofisticada y tan organizada, y por tanta gente de tan distinto carácter o imagen ante los medios, que la pregunta que quizá deberíamos hacernos es: ¿Por qué se recurre a esto?
¿Para qué se dopa un deportista? Evidentemente, para tener ventaja sobre los demás y poder tener más opciones de ganar. Ahora bien, la necesidad de ganar, que hoy en día es más alta que nunca, viene dada por la educación que ese deportista recibe y que proviene de la sociedad, de todos nosotros. Quizá también deberíamos hacer una reflexión personal y preguntarnos por qué tendemos a encumbrar al que gana y a despreciar al que pierde.
Hemos convertido el deporte en una máquina de generar estrellas y héroes, en la vía de escape de un mundo lleno de problemas y quebraderos de cabeza que encuentran solución cuando nos sentamos en el sofá y nos quedamos absortos viendo cómo el ídolo de turno, el súper hombre, machaca a su rival. Lo hemos llevado a tal extremo, lo hemos convertido en tal circo, que sus protagonistas han tenido, quizá, que recurrir a la trampa para poder soportar físicamente lo que la sociedad exige de ellos.
Decía Armstrong en la entrevista que conmocionó al mundo que "es imposible ganar 7 Tours sin doparse". Lo cierto es que, para quien sea poco entendido de ciclismo, meterse etapas de cientos de kilómetros a un nivel de estrés considerable durante 28 días de un mes descansando dos también debería serlo. Si, tal y como ha dicho después, ha habido dopaje en todas las épocas y sólo son "cuatro o cinco" los que no se dopan (entiendo que para soportar el ritmo del resto, no ya para ganar), ¿por qué no reducir el nivel de exigencia?
Hay más preguntas que se nos vienen a la mente: Si casi todos se dopan, entonces casi todos siguen luchando en igualdad de condiciones, sólo que reforzados físicamente, ¿no? Según cómo se mire hay grietas por todas partes con este tema. Por no hablar de un detalle fascinante: la lucha contra el dopaje consiste en prohibir sustancias que se usaban en un momento determinado diez años después; de ese modo, todos los que en su día no incurrían en delito, pasan a ser culpables. La excusa es que son sustancias que en su momento no se podían medir. En este sentido, ¿no es raro que a Armstrong se le venga todo encima años después? ¿Qué sentido tiene juzgarle ahora? Si no se podía medir, mala suerte... pero es absurdo juzgar el pasado con normas del presente. Si eso se hiciera en todos los órdenes de la vida, habría más gente en la cárcel que viviendo en libertad...
Siempre ha dado la sensación de que el dopaje, más que un modo de tener ventaja, es un negocio. Por dinero sí se montan tramas. Habría que luchar contra eso y poner una serie de normas estrictas, no juzgar a un ciclista diez años después o porque ha dado 0,0005 picogramos de una sustancia que todos podemos tener en el cuerpo. Que, por cierto, hacer eso también vende mucho y da mucho dinero.
Y para terminar, una con la que muchos se nos abalanzarán encima. Pero, si los propios protagonistas reconocen que el nivel que se les exige está fuera del límite humano y no nos vamos a plantear cambiar; si se dice que todos, en distintas épocas, se han dopado, ¿por qué no abrimos la mano? ¿Por qué no ponemos normas que permitan, de forma controlada, medida hasta el extremo y siempre sin riesgo para la salud, un refuerzo físico para los atletas y deportistas? El fin no debería ser aniquilar a todo aquel al que se le pille comiéndose un filete, sino potenciar la igualdad en el deporte...
Armstrong, Contador, Marion Jones, Marta Domínguez... son muchos los nombres, de distintos deportistas y en distintos deportes, que son descubiertos como culpables o sospechosos (cuando a uno se le señala ya es muy difícil quitarse esa etiqueta). Se hace de forma tan sofisticada y tan organizada, y por tanta gente de tan distinto carácter o imagen ante los medios, que la pregunta que quizá deberíamos hacernos es: ¿Por qué se recurre a esto?
¿Para qué se dopa un deportista? Evidentemente, para tener ventaja sobre los demás y poder tener más opciones de ganar. Ahora bien, la necesidad de ganar, que hoy en día es más alta que nunca, viene dada por la educación que ese deportista recibe y que proviene de la sociedad, de todos nosotros. Quizá también deberíamos hacer una reflexión personal y preguntarnos por qué tendemos a encumbrar al que gana y a despreciar al que pierde.
Hemos convertido el deporte en una máquina de generar estrellas y héroes, en la vía de escape de un mundo lleno de problemas y quebraderos de cabeza que encuentran solución cuando nos sentamos en el sofá y nos quedamos absortos viendo cómo el ídolo de turno, el súper hombre, machaca a su rival. Lo hemos llevado a tal extremo, lo hemos convertido en tal circo, que sus protagonistas han tenido, quizá, que recurrir a la trampa para poder soportar físicamente lo que la sociedad exige de ellos.
Decía Armstrong en la entrevista que conmocionó al mundo que "es imposible ganar 7 Tours sin doparse". Lo cierto es que, para quien sea poco entendido de ciclismo, meterse etapas de cientos de kilómetros a un nivel de estrés considerable durante 28 días de un mes descansando dos también debería serlo. Si, tal y como ha dicho después, ha habido dopaje en todas las épocas y sólo son "cuatro o cinco" los que no se dopan (entiendo que para soportar el ritmo del resto, no ya para ganar), ¿por qué no reducir el nivel de exigencia?
Hay más preguntas que se nos vienen a la mente: Si casi todos se dopan, entonces casi todos siguen luchando en igualdad de condiciones, sólo que reforzados físicamente, ¿no? Según cómo se mire hay grietas por todas partes con este tema. Por no hablar de un detalle fascinante: la lucha contra el dopaje consiste en prohibir sustancias que se usaban en un momento determinado diez años después; de ese modo, todos los que en su día no incurrían en delito, pasan a ser culpables. La excusa es que son sustancias que en su momento no se podían medir. En este sentido, ¿no es raro que a Armstrong se le venga todo encima años después? ¿Qué sentido tiene juzgarle ahora? Si no se podía medir, mala suerte... pero es absurdo juzgar el pasado con normas del presente. Si eso se hiciera en todos los órdenes de la vida, habría más gente en la cárcel que viviendo en libertad...
Siempre ha dado la sensación de que el dopaje, más que un modo de tener ventaja, es un negocio. Por dinero sí se montan tramas. Habría que luchar contra eso y poner una serie de normas estrictas, no juzgar a un ciclista diez años después o porque ha dado 0,0005 picogramos de una sustancia que todos podemos tener en el cuerpo. Que, por cierto, hacer eso también vende mucho y da mucho dinero.
Y para terminar, una con la que muchos se nos abalanzarán encima. Pero, si los propios protagonistas reconocen que el nivel que se les exige está fuera del límite humano y no nos vamos a plantear cambiar; si se dice que todos, en distintas épocas, se han dopado, ¿por qué no abrimos la mano? ¿Por qué no ponemos normas que permitan, de forma controlada, medida hasta el extremo y siempre sin riesgo para la salud, un refuerzo físico para los atletas y deportistas? El fin no debería ser aniquilar a todo aquel al que se le pille comiéndose un filete, sino potenciar la igualdad en el deporte...
lunes, 4 de febrero de 2013
Alfonso de la Rubia analiza el mundial de balonmano España 2013
¿Quiénes han sido los mejores en el campeonato mundial de balonmano que acaba de disputarse en nuestro país? ¿Y las mayores decepciones? ¿Qué equipos han tenido un rendimiento mejor de lo esperado? ¿Cómo ha sido la actuación de la selección española?
Nadie mejor para resolvernos todos esos interrogantes que un experto como Alfonso de la Rubia, jugador del Balonmano Guadalajara de la liga ASOBAL. En menos de cinco minutos nos ha hecho el mejor resumen posible del campeonato que nos ha dado la segunda estrella de campeones. Para escucharlo no tienes más que hacer clic aquí debajo.
Nadie mejor para resolvernos todos esos interrogantes que un experto como Alfonso de la Rubia, jugador del Balonmano Guadalajara de la liga ASOBAL. En menos de cinco minutos nos ha hecho el mejor resumen posible del campeonato que nos ha dado la segunda estrella de campeones. Para escucharlo no tienes más que hacer clic aquí debajo.
sábado, 2 de febrero de 2013
Mundo Pelotudo 2x16 - 2 de febrero de 2013
Cómo echamos de menos a Daniel Collado y sus filipinos. Ángel Marbán y Luis Tejo sobrevivimos como podemos, recurriendo a ayuda femenina, en este caso de Ana González, y aprovechando la ausencia para ocupar su hueco con secciones nuevas. Con todos vosotros, el Consultorio Arbitral de Salvador Parody Merino, del colegio sevillano. Y un completo análisis del mundial de balonmano que acaba de terminar a cargo de Alfonso de la Rubia, del Balonmano Guadalajara. Y judo escandaloso, y mucha agua, y fútbol americano, ¡y hasta golf! ¡No te lo pierdas!
Escúchanos aquí:
Escúchanos aquí:
Suscribirse a:
Entradas (Atom)